Las cálidas tierras
de Piura encienden las luces de su devoción en cada una de sus fiestas
patronales. Una de estas demostraciones tenemos en las tradicionales fiestas
populares del puerto de Paita, donde rinden homenajes a la Virgen de las
Mercedes, como patrona de la ciudad. Se realiza entre el 14 y 24 de Setiembre.
La Fiesta se realiza en la capital de la Provincia de Paita, ubicada a 57
km de la ciudad de Piura. Las actividades comienzan con las novenas y variadas
actividades culturales, deportivas, bailes populares, feria artesanal y las
ceremonias religiosas, que se realizan en algunas ocasiones en la Basílica de
La Virgen de las Mercedes y otras por seguridad se realiza en la Iglesia San
Francisco.
Esta es una
concentración autentica de fieles en la búsqueda de venerar a la imagen de su
devoción, donde los protagonistas reales son
los campesinos, los trabajadores de la pesca, pobladores y visitantes,
quienes llenos de amor a su tierra, son una muestra de identidad regional. La ciudad de Paita se viste de gala con las
emotivas fiestas de la Virgen de las Mercedes, entre misas, procesiones,
ferias, desfiles artísticos y otras actividades, en las cuales los paiteños
ofrecen sus mejores comidas tipicas y generosa hospitalidad.
Es una festividad
que congrega a miles de fieles de todo el país y el hermano Ecuador, cuyo día
central cumple con una programación muy especial, por los homenajes a la imagen
de la Virgen de Las Mercedes, por cuenta de nuestras Fuerzas Armadas. El marco
es muy emotivo, por el desarrollo de una misa de fiesta y la procesión, con la
participación de todas las comunidades.
La Virgen de Las Mercedes vio nacer su culto en épocas
de la colonia, sin embargo este se incremento, según cuenta la historia, cuando
un 24 de Setiembre piratas ingleses, invadieron el puerto apoderándose de sus
riquezas e incendiando la ciudad. El Jefe de la Escuadra inglesa, quiso completar
el cuadro de destrucción e intentó robar la Sagrada Imagen de Las Mercedes.
Pero no pudo. Fuerzas misteriosas agitaron el mar haciendo huir a los
invasores. Frustrada su maligna intención, dio una violenta estocada a la
Virgen marcándola en el cuello, señal que hasta ahora perdura como testimonio
de la acción sacrílega de los ingleses, quienes la arrojaron al mar.
Luego de los días la imagen fue encontrada varada en
una playa paiteña, por un grupo de pescadores, quienes organizaron una gran procesión
con profundas manifestaciones de júbilo y emoción religiosa. Este episodio
marcaría para siempre la gran veneración de los paiteños y de los visitantes
que atraídos por los sucesos, llegaron a Paita por centenares a dar realce a la
Festividad.
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