Es
un mágico lugar que muestra el encanto de nuestro folclore
Una provincia llena de fiestas es la histórica y
tradicional Chumbivilcas. Pueblos que pese a los cambios y la imposición
mediática, conservan viva la tradición heredada de los tiempos incas, hecho que
ha convertido a la región, en un mágico lugar que muestra el mayor encanto de
nuestro folclore. Los pueblos de Santo Tomas y Livitaca, se encargan de
demostrarlo en las fiestas patronales de la Virgen de la Natividad.
En estas comunidades
chumbivilcanas es donde se realizan hermosas celebraciones en la primera
quincena de Setiembre. Estos eventos costumbristas son muy ligados a las
tradiciones, transmitidas de familia en familia y que constituyen diversas
actividades desarrolladas en los pasacalles, las ferias ganaderas, pelea de
gallos, corrida de toros y otras acciones.
La celebración y el fervor se
incrementan en las fiestas de homenaje a la Virgen de la Natividad, imagen que
es llevada en una preciosa procesión, acompañada por varias imágenes, con la
intervención de todas las comunidades. Cada setiembre en Santo Tomas
y Livitaca, es una gran fiesta, con la asistencia de miles de turistas
Nacionales y Extranjeros que visitan a esta parte del Perú, para la celebración
de la Virgen, a quien se considera como la patrona de los Qorilazos.
El día central es una
experiencia inolvidable, pleno del colorido espectacular de los pasacalles y la
conmemoración a la imagen protectora, llevada en un recorrido por las calles de
la ciudad y luego el popular convite general al compás de la bandas típicas de
Chumbivilcas.
En muchos casos se representa la
danza, Ayarachi de Chumbivilcas, expresión artística de origen pre hispánico,
con características de alto contenido ceremonial, interpretada por un grupo de
ejecutantes de antaras y zampoñas. Son costumbres musicales de las comunidades
campesinas de Colquemarca, Livitaca, Quiñota y Santo Tomas. Arte que se ofrece
durante las fiestas de todo el año, especialmente en la dedicadas a la Virgen
de la Natividad.
La danza es muy parecida con la
altiplánica, sin embargo al igual que esta, su origen no se ha determinado. Sus
características son propias de manifestaciones ceremoniales, mucho tiempo antes
de la conquista, donde se rendía honores a la muerte de personajes importantes.
Con el pasar de los tiempos la danza ha sufrido algunos cambios, al asimilar
elementos hispánicos, conservando sus raíces ancestrales. La danza fue
declarada como patrimonio cultural de la nación en el año 2011.
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