Una
celebración que se mantiene con nuestras costumbres
En las ricas tierras del valle
de Chicama habitaron muchas culturas desde hace 10,000 años, Paijaneros,
Cupizniques, Mochicas, Incas y luego los invasores que construyeron el templo
de Nuestra Señora de Rosario.Desde aquellos tiempos vienen la
devoción a la imagen del Señor de la Caña.
Según la tradición popular esta
se origina cuando dicha imagen fue encontrada por los campesinos de la Hacienda
Chiclín entre los cultivos de la caña de azúcar, figurando desde los años 1885
una capilla con el nombre del Señor de Caña, capilla que fue destruida a
inicios de 1900.
Esta tradición de celebraciones
en su homenaje se han reinventado en el año 1929 colocando la imagen en una
nueva capilla, recuperando la verdadera
imagen que se encontraba en el convento de San Agustín en la ciudad de
Trujillo. Retornado como patrón de la región de Chiclín el 8 de Agosto de dicho
año.
En los tiempos iníciales de estas
festividades, se congregaban en Chiclin las bandas de músicos de muchas
comunidades de la región, entre otras; San Pedro de Lloc, Otuzco, Cascas,
Cajabamba, Contumaza y de Chiclin. Igualmente agrupaciones de las danzas: Los
Diablos de Cajabamba, las Pallas y las Ñustas de Otuzco, con su colorido
vestuario eran el atractivo principal de las fiestas. Los asistentes bailaban
en las calles, en todas las esquinas habían barricas de chicha gratis para
todos.
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