miércoles, 24 de febrero de 2016

Pueblos ancashinos recuerdan emblemática figura

Atusparia inolvidable alcalde de los campesinos de Huaraz
Los Ancashinos recuerdan con un sentimiento especial a la emblemática figura de Pedro Pablo Atusparia, alcalde de la ciudad de Huaraz, que encabezo una rebelión indígena en el año 1885, en los tiempos de la guerra civil entre Andrés Avelino Cáceres y Miguel Iglesias. Atusparia fue hecho prisionero y luego rehabilitado por el gobierno de Cáceres.
Hoy recordamos a esta inolvidable e histórica figura ancashina, como ejemplo de nuestra raza. Según la versión del historiador huaracino, Pedro Pablo Atusparia, nació en la ciudad de Huaraz en el año 1840, hijo de María Mallqui y padre desconocido. La familia Zender Taboada encarga su crianza a María Ángeles y Cayetano Atusparia, quienes lo adoptan legítimamente como hijo.
Después del año 1880, Atusparia fue el Varayoc o alcalde de los indígenas del pueblo de Marian y se declaro en contra de los desmanes del prefecto Francisco Noriega manejando las rentas de la ciudad a beneficio personal, restableciendo el tributo indígena. Para ello escribió un memorial contra estas acciones, con el apoyo de 40 acaldes y comunidades de la región.
Todos los alcaldes y campesinos protestaron, pese a que Atusparia fue apresado y torturado para que declarara quien había escrito el memorial. Los alcaldes  se negaron a recaudar las contribuciones y reclamaron por la libertad de Atusparia. En este incidente, el prefecto ordenó que se les humillara cortándoles los cabellos, su señal de autoridad y dignidad.
Los alcaldes ordenaron el ataque a las autoridades abusivas y lograr la libertad de Atusparia. Armados con piedras, machetes, picas y alrededor de 300 fusiles que habían robado al ejército chileno durante la guerra, los indios tomaron Huaraz, el 1 de marzo de 1885. Asaltaron diversos establecimientos comerciales, principalmente de asiáticos, y en la noche aparecieron fogatas en los cerros.
La rebelión de Atusparia se dio en medio de una crítica situación del Perú tras la Guerra con Chile y como lo adelantamos la guerra civil entre Andrés Avelino Cáceres y Miguel Iglesias. Dicha rebelión se extendió a los pueblos aledaños durante dos meses hasta que desde Lima se mandó la expedición del coronel José Iraola.

Atusparia fue reconocido como líder y fue llamado a Lima por Cáceres y el propio presidente ordeno su libertad. A su regreso a la ciudad de Huaraz fue envenenado durante un agasajo que le ofrecieron los mismos alcaldes de indios. 

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