martes, 29 de marzo de 2016

Cultura pre inca floreció en todo el norte

El arte de la cultura Vicús dejo hermosas huellas en Piura
En las orillas del rio Piura muy cerca del distrito de Chulucanas, se localiza el cerro Vicus, montículo rocoso ubicado en la Hacienda de Pabur, que da nombre a una de las notables culturas residentes entre las regiones de Piura y Tumbes, desde hace 900 años antes de Cristo. Comunidades humanas se desarrollaron en esta zona que dio origen a la cultura Vicus.

Vicus es un cultura del antiguo Perú con cede administrativa en el cerro del mismo nombre y que sirvió de enlace con otras poblaciones andinas norteñas, con una historia desarrollada en tres etapas. Un inicio con influencia de la cultura Chavín, una segunda de desarrollo regional y la tercera  influenciada por los Mochicas.
Sin embargo hay estudios de los arqueólogos norteamericanos Meggers y Clifford, quienes sostienen la hipótesis de un posible origen ecuatoriano de los Vicús, por el solo hecho de ser vecinos de la cultura Valdivia.  Los vicús fueron conocedores de la aleación de metales para la preparación de herramientas de labranza y joyas, en las que se usaban, el oro, la plata y el cobre. Como muestras se han encontrado, pendientes de oro, aretes de plata, coronas y porras de cobre.
Generalmente en la sociedad de los Vicús eran los hombres los que lucían joyas y elegantes vestidos, mientras que las mujeres de la nobleza solo usaban ropa muy simple, costumbre que demuestra la característica machista de dicha sociedad.
Lo más importante es que esta cultura ha dejado huellas de su arte en la cerámica, muy similar a las etapas iníciales de la cultura sureña de Paracas y la manifestación tardía de Chavín. Importante también es el desarrollo agrícola de la sociedad Vicús, que fue la base económica de sus comunidades. Sus sistemas de regadío fueron muy avanzados y se convirtieron en el instrumento de control y explotación social, mediante el recorrido de guerreros de la nobleza que hacían cumplir los mandatos de la clase dominante.
Otras de las características de la cultura Vicús son los pozos funerarios con una antigüedad de 1,400 años que consisten en tumbas verticales circulares, con una profundidad variable entre 5 y 14 metros y un diámetro de 75 centímetros. Al fondo de estos pozos funerarios existe un ensanchamiento donde se ubican joyas, cerámica y otros objetos, como ofrenda al fallecido.  La tumba tiene la forma de una bota y el cadáver convertido en polvo se colocaba al fondo junto con las ofrendas para luego cubrir de arena el área cilíndrica de la misma.
En las tumbas de la cultura Vicús no han encontrado cadáveres. Se encuentran una especie de bolsa alargada con un polvo marrón oscuro, sin restos óseos, en algunos casos solo piezas dentales. Los estudios indican la posibilidad que esta sociedad cremaba los cadáveres de sus difuntos, para colocarlos en sus tumbas envueltos en telas.

En la cerámica los Vicús han dejado su estilo en piezas con influencia de la cultura Moche y su propia característica. En el llamado estilo Vicús Moche, donde destaca la escultura antropomorfa, se notan sus creencias y costumbres, sobre todo en sus representaciones de los animales, cóndor, murciélagos, sapos, serpientes y aves ornamentales. En la cerámica de autentico estilo Vicús no se nota un fino acabado, sin dejar de mostrar bellos ejemplares en los famosos huacos silbadores, representando sonidos de serpientes, canto de pájaros y chillidos de los monos.

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