Rituales
demuestran mundo andino aliado al mundo cristiano.
Puno considerada la capital
folclórica del Perú es asombrosa por su riqueza natural, hecho que se determina
por el lago Titicaca, fuente de sustento y de vida en estas alturas del
altiplano peruano. En las fechas de Semana Santa se aprecian grandes peregrinaciones
a los cerros cercanos a las ciudades, costumbre ancestral que representa subir
al calvario para pedir perdón.
En esta tradición la
religiosidad popular se mezcla con la música, la comida típica y la compra de
hierbas santas o del campo. El Viernes Santo, los pobladores de la ciudad de
Puno suben a las 2 de la mañana, al calvario de los cerros Azoguini y Huyna
Pucara, donde existen 14 estaciones.
En otros lugares como las islas
de Taquile, Amantani y Putina, son los cerros de Mulsina, Pacharata y
Aquencorani respectivamente, escenarios de esta tradición. Los fieles en todos
los casos, dejan como muestra de fe una vela o piedra en cada una de las estaciones.
El domingo de resurrección
comienza desde muy temprano con la misa de Aurora, procesión del resucitado y
encuentro con su madre en la Plaza Mayor. Los rituales que se celebran en
Semana Santa, demuestran que el mundo andino no es ajeno al mundo cristiano
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