sábado, 1 de noviembre de 2014

FIESTAS EN EL PERU

El primer día del mes de Noviembre
ADORACION A MUERTOS ES COSTUMBRE ANCESTRAL
En los pueblos del Perú, los primeros días de Noviembre son dedicados a la memoria de los difuntos. Normalmente las personas asisten a misa y luego al cementerio, llevando flores  y alimentos para compartir simbólicamente con las ánimas. La adoración a los muertos fue una práctica muy difundida y respetada en nuestra antigüedad prehispánica y parte de esa tradición, combinada con elementos cristianos, se mantiene en los actuales tiempos. En gran parte de nuestros pueblos, especialmente en la localidad piurana de La Arena, todos los pobladores asisten por la mañana a la Plaza Mayor llevando a sus niños con sus mejores ropas. Acuden también los familiares que perdieron algún hijo o sobrino en edad infantil, quienes al encontrar algún niño parecido al difunto le hacen obsequios de panecillos, camotillos, cocadas y otros dulces típicos en bolsas pequeñas. En la noche, los familiares hacen una vigilia en el cementerio, que para la ocasión iluminan con velas hasta la madrugada del día 2 de Noviembre. En Arequipa y Junín los regalos son reemplazadas por panes en forma de bebés llamados t’anta wawas.


Tradicionales celebraciones en una ciudad mágica
TODOS LOS SANTOS Y DIA DE LOS DIFUNTOS EN CUSCO
Los dos primeros días del mes de Noviembre, son de una marcada tradición en la ciudad del Cusco. Son los días en los que se celebran las fiestas de Todos Los Santos y el Día de los Difuntos, clásicas fechas con verdaderos festivales gastronómicos, donde se sirven lechones, tamales, chicha y las reuniones de bautizos de Guaguas. En nuestra cultura se celebran Todos los Santos el 1 de noviembre, mientras que el 2 de noviembre se recuerda el día de los difuntos, con romería en los cementerios. Los deudos delante de la tumba del difunto brindan con abundante chicha y le ofrecen la comida, frutas y todo aquello que en vida degustaba agradablemente el finado. La muerte en el sur de los andes, en especial en Cusco, es concebida como una continuidad de la vida. Quienes aún tienen la suerte de escuchar la tradición oral de sus abuelos y padres, seguramente habrán oído hablar del temporal que refleja el estado de las almas benditas; si a esa hora de la llegada llueve, significa que los difuntos están llegando con lágrimas, llorando porque sus familiares durante el año no se acordaron de ellos. Pero si es un día de sol, es porque ellos llegan con alegría pues sus familias aún los recuerdan.


Una fiesta muy original en los pueblos del Perú
GUAGAS EN AREQUIPA RITUAL DE TODOS LOS SANTOS
Una de las tradiciones arequipeñas cargada de originalidades, es la hermosa costumbre de preparar panes dulces, similares a los biscochos, con la forma de bebes, los mismos que en el idioma quechua llevan el nombre de guaguas. Las fiestas de las guaguas en toda la región Arequipa, es producto del mestizaje de la cultura andina y la occidental. Los españoles tenían la costumbre de invitar pan dulce a todo visitante y para burlarse de los turcos le colocaban caretas. La imaginación de los nuestros elaboro panes en forma de bebes, como si estuvieran envueltos en pañales, con una cara muy pequeña, cuyo rostro era muy hermoso. Si era mujer, la guagua tenía adornos de flores y si era varón un gorro de color negro. Las guaguas de pan tienen varias decoraciones, conforme a sus dimensiones. Algunas de ellas son rellenas con mermeladas y manjar blanco, otras son simplemente de pan dulce. Una de las fiestas es el bautizo de la guagua, una parodia de la ceremonia con todos los personajes de la realidad, incluyendo madrinas y padrinos, convirtiendo la fiesta en un ritual de formación de nuevas parejas. Las fiestas de las Guaguas de Pan, es una imitación de todos los acontecimientos de la vida normal de los pueblos de nuestro Perú profundo.


Especialmente en nuestras zonas rurales
CON DANZAS Y CANCIONES RECUERDAN A SUS MUERTOS
En términos generales los peruanos en las zonas rurales, en su mayor parte en nuestras regiones andinas, creen fielmente que las almas de nuestros muertos, regresan para disfrutar de los altares que se prepara en cada una de nuestras casas, con algunos objetos que reflejen algún aspecto de la vida de la persona fallecida. La costumbre es dejar las ofrendas durante toda la noche, para que el difunto pueda tener tiempo de disfrutarlas. Al siguiente día, se reza la comida o bebida que fue puesta para el muerto y una vez que la oración ha sido hecha todos pueden disfrutar del especial almuerzo. El momento más emotivo se da en el cementerio, donde los allegados al difunto visitan su tumba y dejan flores en honor a su memoria. Algunas comunidades indígenas celebran aún un antiguo rito, el encuentro con el fiel difunto durante una comida sobre su tumba. Según la creencia, el muerto vuelve cada año, entonces hay que prepararle sus platos preferidos.  En algunas regiones se le trae además las armas y los objetos que le eran valiosos.

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