domingo, 4 de enero de 2015

FIESTAS EN PROVINCIAS

Una danza con raíces ancestrales incaicas
PUEBLOS DEL VALLE DEL MANTARO AL RITMO DE HUAYLIGIA
El campesino en los andes peruanos mediante acciones de fiesta mágico religiosas, con mucha coreografía y música crea la danza de la Huaylijía. La mencionada danza es muy difundida en los pueblos del valle del Mantaro, especialmente en las ciudades de Jauja, Marco, Yuracmayo, Yauli, Tarma, Acobamba y Cerro de Pasco. Esta expresión folclórica  contiene alabanzas y plegarias al creador del Universo y es considerada como la danza de la alegría y el triunfo por el nacimiento de Jesús. Se ofrece anualmente, en algunos casos desde el 25 de Diciembre hasta la primera quincena de Enero.  El origen de esta danza es muy ancestral, se sabe que en el tiempo de los Incas, las princesas o Ñustas y las damas nobles o Pallas,  cantaban ante el soberano con azucenas de plata y el acompañamiento de chiriniyas y cascabeles, cantos y bailes llamados Huayligias. Esta danza viene a ser una expresión donde se une el lado andino, como una manifestación ritual  de alegría espontanea y grupal, mientras que  por el lado hispano, manifiesta la fe y convicción por el Niño Jesús.  Sus tres etapas: entrada, adoración y despedida, muestran bailarines damas y caballeros con los hermosos detalles de una presentación muy pintoresca. La mencionada danza es parte de la identidad cultural de nuestros pueblos del Valle del Mantaro. La Huayligia al igual que el Corcovado son danzas originadas en la provincia de Jauja, ofrecidas también en el pueblo de Raulí, San Pedro de Chunan y en el pueblo pasqueño de Huaron , desde el 15 al 19 de enero. Igualmente hay que recordar las bellas fiestas del Niño Jesús de Tupín, en el distrito tarmeño de Acobamba, que se ofrecen desde el 1 al 6 de enero.

En el Valle del Mantaro
EL AÑO COMIENZA CON LA HUACONADA DE MITO
La Huaconada de Mito, es considerada en la actualidad Patrimonio Cultural del Valle del Mantaro y recientemente declarada Patrimonio Cultural  de la Humanidad. El origen de esta milenaria danza data desde fines del siglo XVI y se pierde con el tiempo. Es una fiesta que se realiza del 1 al 3 de Enero en el pueblo de Mito, ubicado en el Valle del Mantaro de la provincia de Concepción. Esta danza es de control social, que tiene como protagonista al Huacon, personaje enmascarado de enorme nariz, gesto amargo y voz estentórea que imponiendo respeto sale a las calles del pueblo a velar por el orden y cumplimiento de los valores morales y las buenas costumbres. Con su látigo y sus movimientos evoca una justicia mística y severa. Los Huacones se convierten en la única autoridad durante 3 días castigando con sus látigos a delincuentes y a los adúlteros. Mito es el único pueblo donde actualmente se conserva esta danza en toda su plenitud y es considerada como una de las expresiones folclóricas más antiguas del Perú, que ha ido sufriendo las modificaciones que el tiempo y la vida le han impuesto.

En todos los pueblos de la región
LA NAVIDAD EN HUANUCO CON LA JIJA Y SUS NEGRITOS
Las fiestas de Navidad en los pueblos del Perú profundo, muestran una característica muy original cada una de ellas. En todas las ciudades de Huánuco las cuadrillas de Negritos dan la alegría y el brillo navideño, en forma especial en la capital de departamento. Sin embargo hay otros pueblos que complementan esta costumbre con una variedad de bailes, como los que se desarrollan en la ciudad de Llata y otros pueblos pertenecientes a las provincias de Huamalíes y Dos de Mayo. En aquellos lugares, en la víspera y antevíspera del día central, se anticipan a las cofradías de Negritos con los danzantes de la Jija, en respuesta irónica de las zonas alto andinas, a los negritos de Huánuco. Los Negritos de Llata, también veneran con sus bailes al misterio del Niño Jesús. Los festejos se centralizan en los 3 últimos días de Diciembre y el primer día de Enero.

Danza se origino en tiempos navideños
EN PUEBLOS DEL PERU PROFUNDO DANZAN LOS NEGRITOS
Cuando se aprecian las danzas de los Negritos de Huánuco, los Negrillos de Andahuaylas o Cusco, la Negrería de Huancavelica y otras manifestaciones vernaculares de ese estilo, apreciamos una gran ironía hacia el rigor de la colonia, cuando la gente de color era esclavizada en los campos de cultivo, en las minas o en las haciendas de los poderosos.  Sin embargo por los curiosos cambios que se dan en las costumbres, estas expresiones se han transformado, en una manifestación festiva de cariño al Niño Jesús. Hay que recordar que esta danza se origino en tiempos navideños, donde los esclavos eran liberados y estos para pasar las fiestas danzaban por calles, nacimientos e iglesias, contagiando su ritmo negroide y su alegría de ser libres. Pasados los años, estos bailarines ya no aparecían en las ciudades y fueron reemplazados por los pobladores, con mascaras, vestimenta multicolor y la coreografía que dio nacimiento, a las danzas dedicadas a los negritos. Las comparsas de negritos, salen por las calles luciendo sus mejores galas en muchos pueblos de nuestro país.

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