NUESTRA CULTURA VIVA
EN OFRENDAS Y PAGOS
ESTA PRESENTE EN
TODOS NUESTROS PUEBLOS
La
religiosidad precolombina sigue vigente en nuestro mundo andino. Hasta momentos
actuales los ritos ancestrales que vinculan al hombre con la naturaleza, tienen
una importancia simbólica en nuestros pueblos. La Madre Tierra conocida como la
Pachamama, es la diosa de la fertilidad y vive en el Urkhupara o mundo
interior, desde donde nacen los frutos para la alimentación de los hombres. Por
ello son notables las acciones de nuestras comunidades, en los llamados pagos o
despachos, que no son otra cosa que ofrendas en reconocimiento a las bondades
de la naturaleza. Dichas ofrendas son la hoja de la coca, chicha, semillas con
poderes simbólicos llamados huayruros y otros objetos. Estos pagos se hacen a
la madre tierra y a los Apus o espíritus de los antepasados que radican dentro
de los cerros. Son innumerables las costumbres presentes en las celebraciones
mestizas de muchos pueblos en nuestras regiones, incluso en las zonas urbanas
de nuestro país.
LA FERIA DE LAS
ALASITAS EN REGIONES SUREÑAS
UNA COSTUMBRE
ANCESTRAL DE CULTURA COLLA
Para nosotros
la feria de las Alasitas es el culto al Dios de la fortuna y de la prosperidad de los Aymaras. Un
acontecimiento donde cientos de artesanos ofertan diversos productos en
miniatura y que son comprados con la esperanza de lograr que el pequeño objeto
adquirido, sea logrado en la realidad. Las Alasitas es una costumbre indígena,
que viene sufriendo trasformaciones de los tiempos actuales, pero que mantiene
su mágica esencia, como la de comprar la estatuilla de una pareja en relación
erótica, para conquistar el amor de las mujeres, del mismo modo comprar una
imagen de un bebe, para lograr tener hijos o la de mujeres que compran
estatuillas de gallos para conseguir pareja. Igualmente se compra la miniatura
de una casa, de un camión o de cualquier artículo, con la ilusión de que se
consiga el objetivo. La esperanza transforma al objeto comprado en un talismán
que funciona cuando es regalado. La creencia persiste desde la época de los
Incas con las transformaciones propias del paso de los tiempos, pero sin perder
sus raíces de la cultura colla. Es una costumbre que se ha arraigado en los
países de Bolivia, Perú, Argentina y Chile, se realiza entre los meses de
Diciembre y Enero, sin embargo la feria aparece en cualquier fecha de fiesta
grande, una tradición que reapareció hace unos 40 años y que se ha adaptado al
tercer milenio.
FIESTA NAVIDEÑA ORIGINAL EN CHACHAPOYAS
PASTORAS Y NIÑOS SON LOS PROTAGONISTAS
En Chachapoyas los niños son los principales protagonistas en las
celebraciones de Navidad. Su presencia tierna e inocente por las calles de la
ciudad, cantando bellos versos navideños en templos y de casa en casa, marcan
una navidad original y muy especial. Es habitual en tiempos navideños ver por
los principales barrios, columnas de niños y Pastoras, con coloridos tejidos
tradicionales y llevando al niño Jesús, con la compañía de los Reyes Magos. Los niños van con panderetas y sonajas acompañando la danza ejecutada
por la banda que los acompaña. Cierra el cortejo la sagrada imagen del Niño
Dios en un anda conducida por cuatro niñas vestidas de blanco, las mismas que
al llegar al frente de la iglesia, donde está el nacimiento, colocan a la
imagen entre José y Maria, en medio de los regalos que antes depositaron los
pastores y Reyes Magos.
GRAN OCTAVA DEL NIÑO JESUS DE AZANGARO
LA FIESTA MAS GRANDE DE LA REGION PUNO
La Fiesta de
la Natividad del Niño Jesús es el 25 de diciembre, es la Navidad en todo el
mundo, igual se celebra en Azángaro. El día 26, a las faldas del Cerro
Choquechambi se lleva a cabo la tradicional feria de Alasitas, donde se compra
y se vende de todo, pero en miniatura, sin embargo a partir del día viernes 30
de cada año se inicia la fiesta más grande en la provincia de Azángaro, es la
celebración de la Octava del Niño Jesús de Azángaro, donde los pobladores con
mucha fe y devoción festejan dicha fiesta. Para esta actividad religiosa,
costumbrista y de folklore, los pobladores de los diversos barrios y clubes
realizan sus ensayos, desde una semana antes, preparando las mejores
coreografías de las danzas que se van a presentar. El acontecimiento tendrá una
duración de 5 días, con la participación de 15 conjuntos de la ciudad de
Azángaro y otros distritos de la región.
PACHAHUARA DE ACOLLA EN EL VALLE DEL MANTARO
DANZA QUE REPRESENTA LA TRADICION REGIONAL
Si hablamos de la Navidad en el Valle del Mantaro, tenemos que
referirnos a la Pachahuara de Acolla, danza que se deriva de la representación
cristiana del nacimiento de Cristo y el reencuentro de la Mamapacha. Es una
danza folclórica de profunda significación, que surge como recuerdo del
sufrimiento de los esclavos del valle de Yanamarca y se institucionaliza en
1870 en la región de Acolla. Esta danza se presenta entre el 25 y 30 de
Diciembre de todos los años, con el colorido y la elegancia de su vestuario y
la belleza de su música, La Pachahuara constituye, un auténtico arte popular de
solidaridad comunitaria, con un contenido espiritual que se identifica con el
orgullo y las tradiciones populares. En la actualidad esta manifestación
vernacular, se danza en todas las comunidades de la región central.
CELEBRACION DE LA NAVIDAD POMABAMBINA
UNA COSTUMBRE QUE VIENE DESDE EL AÑO 1713
La fiesta navideña de Pomabamba, es una de las más esplendorosas de la
región Ancash. Pomabamba y sus distritos y sus anexos, celebran la Navidad, con
una solemnidad peculiar y de reluciente hermosura, con danzas especiales,
cánticos y villancos. Es una verdadera tradición de amor y gratitud al niño de
Belen. Estas son fiestas muy difundidas y que fueron enseñadas, por los
franciscanos que fundaron el convento de Pomabamba en 1713. Tambien son muy
pintorezcas las celebraciones del distrito de Lacabamba en la provincia
ancashina de Pallasca, donde la danza Los Viejitos de Navidad, es la alegría
frenética en honor a la Navidad. En esta expresión artística, los grupos de
hombres y mujeres recorren las calles al ritmo de tambores y quenas, visitando
funcionarios y autoridades, llevando sus ofrendas al Niño Dios.
FESTEJAN AL NIÑO DE HUAYAN CON
LOS NEGRITOS
EN LA NOBLE PROVINCIA
ANCASHINA DE HUARMEY
Dentro de la tradición andina de nuestros pueblos, la fiesta de Navidad
es una de las más importantes. En muchas de nuestras regiones se recuerda al
Niño Jesús, el mismo que en muchos casos se le consagra como Niño Manuelito,
Niño de Lachoc, el Niño Mariscal, Niño de Belen y otras denominaciones que la
originalidad de nuestras costumbres ancestrales, marcan las fiestas de Navidad.
En el caso del pueblo de Huayan, en la provincia ancashina de Huarmey, dichas
celebraciones tienen una duración de 6 días, siendo una expresión artística
llamada Los Negritos de Huayan, las que llenan de alegría y regocijo a todos
los fieles, quienes junto a los mayordomos y caporales, forman un marco muy
especial en los rituales de adoración al Niño Jesús de Huayan. Las fiestas se
inician desde el 23 de Diciembre y se prolongan con una serie de actividades
hasta el 30.
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