En todos los días del año
NUESTRA JARANA CRIOLLA SIEMPRE DEBE ESTAR PRESENTE
Las celebraciones del Día de la Canción Criolla en el presente año, deben servir como marco especial para revalorar a este género musical tan venido a menos en los últimos tiempos. Que no quede en los simples agasajos que se vienen desarrollando, porque muchas veces estos actos son emociones del momento, emociones que al final solo quedan en palabras bonitas. Nos parece muy excelente que se rindan honores, a personalidades del criollismo como a nuestras figuras, Maritza Rodríguez, Rosa Guzmán León, Lucila Campos, Ana Luisa Renner, Guillermo Rosenberg y Adolfo Zelada Arteaga. Del mismo modo es muy importante la realización de eventos, donde participen todos los Centros Musicales de nuestra canción criolla, pero que no sean tan solo en el día de celebración. El Día de la Canción Criolla, no solo debe ser una gran jarana del 31 de Octubre, o una fecha que compita con el día de las brujas. Todos los fines de semana deberían ser un día para recordar nuestra canción criolla, con verbenas y retretas en todas las plazas públicas de nuestro país, incluir en estas jornadas todos los géneros musicales de costa, sierra y selva, entonces estaríamos cultivando la verdadera identidad de nuestros pueblos.
Iniciaron las grabaciones de nuestra música criolla
MONTES Y MANRIQUE GRABARON 195 DISCOS EN EE UU
Es importante recordar los orígenes de nuestra canción criolla. Según los cronistas, entre los años 1,830 y 1,850, el vals vienes llego a los barrios populares limeños, es allí donde este se transformo en nuestro vals canción. El criollo de esos tiempos volcó sus penas y alegrías, logrando con sus ideas melódicas, originales acordes y letras sentimentales, que lograron arraigo popular. Luego a comiemzos del1,900 el recordado Alejandro Ayarza, llamado Karamanduca, hizo escuchar por todos los barrios su vals La Palizada, mientras que Sancho Dávila, hacia lo mismo con Ídolo. Tiempos donde los músicos y cantantes, no recibían un centavo por su trabajo, solo recibían de premio una sonrisa y la presa más grande de la comida. En los primeros años del nuevo siglo surgen voces que logran grabar los mejores versiones criollas, ellos fueron Eduardo Montes y Cesar Augusto Manrique, quienes desde los Barrios Altos, viajaron a EE UU, para grabar 195 discos. Igualmente surge en el firmamento musical nuestro mejor compositor criollo, Felipe Pinglo Alva, con los valses, El Plebeyo, El Huerto de mi Amada, El Espejo de mi Vida y muchos otros, que encumbraron al máximo en el gusto de los limeños.
vals de cuando Lima era en blanco y negro en la voz de MONTES Y MANRIQUE Padres del criollismo grabado en 1911 Una verdadera joya.
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