Festival del Caballo de Paso
Peruano
Lalo Izquierdo Estilo y Tradición en esperado encuentro
Lalo Izquierdo es
uno de los más altos exponentes de las danzas afroperuanas. Otrora integrante
de famosas agrupaciones como Perú Negro, Lalo es un estudioso de la cultura
afroperuana y comparte su sabiduría con niños, jóvenes y adultos en centros de
altos estudios (como la Escuela Nacional Superior de Folclor J M Arguedas) y
–viajando frecuentemente los fines de semana- en pueblos como San Luis de Cañete.
Es uno de los protagonistas de la premiada película “Sigo Siendo” y conforma
con Roberto Castillo Lozano (guitarra) y Luis Ignacio Martínez Reyes (voz) el
trío “Estilo y Tradición”, que ofrecerá el “Encuentro de Confraternidad
Afroperuana”, el domingo 8 de junio, desde la 1 p.m., en el restaurante “Nuevo
Apurimacc”, calle Enrique Villar 272, Urb. Santa Beatriz, entre las cuadras 11
y 12 de la Av. Arequipa. “En la actualidad ofrecemos también conciertos
didácticos para todas las edades y deseamos hacer una gran gira por todo el
Perú”, manifiestan los integrantes del grupo. Luis Ignacio Martínez es una
calificada voz de la música costeña que acude a centros musicales y procede de
Barrios Altos. Roberto Castillo obtuvo el segundo lugar en un concurso
internacional de guitarra realizado en Sudáfrica y es conocido por haber
trabajado con Abelardo Vásquez, Caitro Soto, Perú Negro, Lucila Campos, Adolfo
Zelada, entre otros.
BARRANCO
VOLVERA A SER SEDE DEL II
FESTIVAL DE CULTURA AFROPERUANA
En
el marco de la celebraciones del 4 de Junio como el “Día de la Cultura
Afroperuana”, Golpe Tierra busca rescatar las tradiciones y los aportes que la
población afrodescendiente ha brindado a la formación de nuestra identidad y de
nuestra cultura, buscando su revaloración y reivindicación en el Segundo
Festival de la Cultura Afro-Peruana “Afrokando 2014”, que se realizará el
sábado 07 de junio en el Parque Municipal de Barranco.
“A
través de este Festival, buscamos ser escuchados y ayudar a lograr que la
sociedad conozca los aportes afroperuanos en nuestra cultura a través de
diferentes expresiones como el arte, la gastronomía, la literatura, el teatro,
la danza y la música”, expresó Andrés Arévalo, productor general de Golpe
Tierra, entidad que organiza el evento. El festival convocará a diversos
artistas y destacados personajes, cultores y difusores como decimitas, poetas,
músicos, pintores, bailarines, artistas plásticos y especialistas en la
gastronomía.
No
faltarán novedades en el festival, como la presentación del desfile de moda
étnica afroperuana a cargo de la diseñadora peruana Delia Barriga, quién reunió
a modelos afro descendientes para que estén en la pasarela luciendo atuendos
que rescatan las raíces africanas. Asimismo, se tendrá dos espacios nuevos (a
diferencia de la primera edición del festival): La estación del Luthier, donde
el público podrá observar y apreciar la exposición y construcción del cajón
peruano en vivo; asimismo, La estación del Pisco, donde podrán disfrutar de
cocteles innovadores, como también la historia de nuestra bebida bandera.
El
Segundo Festival de la Cultura Afroperuana se realizará el sábado 07 de junio
desde las 11:00 am hasta las 10:00 de la noche. “Será una fiesta de cultura
dedicada para toda la familia que podrá disfrutar de la música, la danza, el
teatro, la gastronomía, la pintura la fotografía, el cajón, y el pisco”.
El
festival cuenta con el apoyo de diferentes instituciones como el Ministerio de
Cultura, PROMPERU, la peña Don Porfirio, la Municipalidad de Barranco y La
Municipalidad de Lima.
Entre
los atractivos que tendrá el Segundo Festival de la Cultura Afroperuano figuran:
La
Escena Afroperuana (música, danza y teatro).-
Se
realizarán los diversos espectáculos de música, canto y danza afroperuana,
contará con la participación de propuestas musicales desde las más
tradicionales hasta la más contemporáneas. Serán a través de las presentaciones
estelares de Camdú, Marco Romero, Lourdes Carhuas, Milagros Guerrero, La
Renken, Cofradías Negras, Fiesta Negra, Cotito y la voz del Cajón, entre otros.
El
Boulevard del arte afroperuano:
Contará
diferentes exposiciones de fotografía y pintura de expresiones sociales y
culturales de los afros descendientes a través del tiempo a cargo de los
artistas José Palomino, Sergio Gonzales, Gonzalo Almeida, y Paúl Colino.
El
Pasaje de los aromas.-
Se
podrá apreciar y degustar de platos que hoy en día llamamos criollos, pero que
muchos de ellos cuentan con influencia afroperuana.
La
Estación del Luthier.-
Estará a cargo del reconocido Luthier Pedro Rodríguez quien es uno de
los más importantes fabricantes de percusión afroperuana. La marca PR estará en
esta estación realizando la exposición y construcción del cajón peruano en
vivo.Gracias a Felipe Monsante publicamos el siguiente mensaje:
EL NACIMIENTO DEL
VALS PERUANO
Cada persona quiere que su barrio sea el origen del vals peruano. Lo disputan los barrios piuranos, los barrios limeños y también los chalacos. Algunos comentan de manera equivocada que el vals criollo se originó en Monserrate y otros dicen que en Barrios Altos y se ignora que el vals criollo -o lo que se transformaba en vals peruano- fue un proceso largo de adopción de un estilo propio o de pura cepa peruana. Los más severos afirman que el Callejón de San Francisco en el Callao fue la cuna de adopción del vals popular europeo o vals criollo europeo para convertirlo en vals peruano.
Según los historiadores entre los que destaca Juan José Vega ese vals europeo era de ritmo apurado. Era bailado en salones y fiestas públicas por los llamados "waltzers" que eran hombres y mujeres con resistencia extraordinaria. Así llegó al Perú y en el proceso de hacerlo nuestro aquel vals de saltos y traslados laterales se aletargó, se hizo lento sin llegar a ser una balada como el vals de nuestros tiempos.
A lo largo del tiempo inicial ese vals lo interpretaba las bandas militares en las retretas en las plazuelas de Lima, Callao, Miraflores y Barranco, principalmente, y a cada época le correspondía una variante. Hasta que llegó la guitarra se adueña de la melodía y lo hace más parecido a los valses populares o criollos europeos. Los versos eran tomados de aires españoles que prevalecían en esos tiempos y se le daba un tono de un vals rústico. Pero las retretas mañaneras y dominicales de las bandas militares y luego las vespertinas -con la llegada de la electricidad- difundía las melodías que se tarareaba en las esquinas, con ello quiero decir que difundieron lo que ya había sido arreglado.
Es imposible dar un “lugar de nacimiento” a una expresión cultural de una extensión costera que es más grande que un barrio. La generación de las expresiones culturales las hacen los pueblos. Lo que un pueblo hace lo lleva a otro lugar donde encuentra nuevos desarrollos; allí deja los suyos y retorna con los de los otros. Una amalgama artística que se efectúa solamente con los intercambios humanos y que finalmente acrisola sus sentimientos y vivencias.
Según Juan José Vega, el vals como expresión peruana del criollismo nació después de los eventos europeos en 1815. Dijo el historiador:
evento mundial; y de todos modos vino con los
oficiales del último batallón español de refuerzo
contra la Independencia, el de los famosos
"Talaveras", al mando del General Rafael Maroto,
en 1814. En cualquier forma, el vals ya consta en
la Descripción de Arequipa de 1816, que estudió
Enrique Carrión.
No conocemos la fecha en que ese antiguo vals
lento empezó a difundirse en Lima, pero debió ser
por la misma época, que dicho sea de paso era la
de las sangrientas guerras separatistas americanas.
Fue ya un baile generalizado en la alta sociedad,
pues en 1823 se ofrecía en el propio Palacio de
Gobierno, según anotaría Robert Proctor, señalando
sin embargo que "el compás es de vals lento" y que
"las figuras son mucho más variadas y complicadas".
Constituía algo distinto.»
OSCAR AVILES MURIO ESTA MAÑANA A LOS 90 AÑOS
La primera guitarra del Perú, Óscar Avilés, murió a las 9:15 a.m. aproximadamente, luego de
permanecer durante casi tres meses internado en el hospital Edgardo Rebagliati,
víctima de un mal cardíaco.
Ramón, hijo del exitoso artista nacional, explicó que su
progenitor sufrió esta madrugada una recaída, por lo que tuvo que ser
transferido a la Unidad de Cuidados Intensivos de dicho nosocomio. "Se le
bajó la presión, lo llevaron a USI, nos dijeron que su situación era
irreversible. Murió hace quince minutos", precisó Ramón.
El guitarrista nacional fue operado del corazón el pasado 3 de
enero y algunas semanas después fue atacado por una bacteria en el aparato respiratorio.
BREVE RESEÑA DE SU VIDA
Hablar de Óscar Avilés es hablar de la historia de nuestra música. Como decían sus amigos: “Su vida es la vida del criollismo resumida en una única biografía”. Su historia nos remonta a marzo de 1924. Al Callao, para ser más precisos. En una ironía del destino: el hombre que le enseñó a tocar guitarra a más de una generación nació a unas cuadras de la “Plazuela de los Burros”, en el centro histórico chalaco.
Su familia, que no ostentaba comodidades, tenía como
mayor bien sus muchos talentos. Su padre, aunque trabajaba como fotógrafo,
tocaba con destreza cinco instrumentos y, como sabía lo dura que podía ser la
vida con aquellos que optaban por la música como profesión, intentó prevenir al
pequeño Óscar, que ya mostraba cierto interés por el arte.
Cuando se le preguntaba a Avilés en qué año cambió
todo para, él recordaba su adolescencia. Su padre lo escuchó ensayando a
escondidas con su guitarra y, al comprobar lo bueno que era, lo invitó a no
dejar atrás su ilusión. Un encuentro ocurrido poco tiempo después le daría un
giro a esta historia y convencería a Óscar a continuar con su determinación de
convertirse en músico.
Andrés Segovia, la leyenda española de la guitarra
clásica, había llegado a Lima y el padre de Avilés le había hecho unas fotos
bajando del avión y entrando a su hotel. Entonces, le encargó a su hijo que se
las lleve personalmente y allí, en la habitación 303, Óscar, de 13 años de edad,
se lo dijo: “Quiero ser guitarrista profesional”.
EL CAMINO DE LA LEYENDA
Óscar Avilés, que ya había recibido clases en el
conservatorio de música y tenía como maestros a Juan Brito e Isidoro Purizaga,
cumpliría con el anhelo que le confesó a Segovia a los 15 años de edad: se
convirtió en músico de tiempo completo al integrarse como cajonero al dueto
"La Limeñita y Ascoy”.
En 1943, cuando ya había pasado esta etapa y se
encargaba de la música en Radio Mundial con el trío Avilés-Núñez-Arteaga, Óscar
fue bautizado como “la primera guitarra del Perú” por el periodista Roberto
Nieves del diario “La Noche”, el mismo que organizaba un concurso para
encontrar al mejor grupo musical de las emisoras de entonces. Avilés no pasaba
de los 18 años, pero la vida le guardaba más sorpresas.
En el 46 se uniría a Los Trovadores del Perú, junto
con Miguel Paz, Oswaldo Campos y Panchito Jiménez. Luego formaría parte del
trío Los Morochucos, quienes redefinieron el vals criollo, llevándolo del
ámbito cantinero a los grandes salones de la Lima de entonces.
La influencia de Avilés se hizo sentir fuertemente
gracias a su peculiar manera de tocar la guitarra, que no solo fungió de
acompañante a la voz principal, sino de sólido y legítimo interlocutor de los
cantantes, además de crear patrones musicales que funcionaban como prólogo y
epílogo a las canciones que se interpretaban.
EL LEGADO
Con Los Morochucos estuvo desde 1947 hasta 1952,
año en el que fundó la primera Escuela de Guitarra de estilo criollo, la cual
mantuvo sus puertas abiertas hasta 1967.
En los años sesenta y setenta dos duetos marcarían su
trayectoria musical: El primero, al lado de Chabuca
Granda, con quien grabó las canciones más famosas que escribiera la
dama del criollismo. El segundo, con el recordado 'Zambo' Cavero, quien
grabaría con Avilés sus discos definitivos.
No sería de extrañar, entonces, que en 1987 la
Organización de Estados Americanos (OEA) lo distinguiera – junto a Jesús
Vásquez, Arturo "Zambo" Cavero, Luis Abanto Morales y Augusto Polo
Campos- con el título de "Patrimonio Artístico de América". Ese mismo
año, el Ministerio de Educación le otorgaría las "Palmas Magisteriales”.
Y es que, a diferencia de otros grandes nombres de
nuestra música, a Avilés no le faltaron las distinciones en vida: no solo tuvo
el reconocimiento del público, quienes siempre lo mantuvieron en la
popularidad, sino que también pudo presumir el ser uno de los pocos músicos que
ha acudido a la inauguración de una calle con su nombre. Y es que en 1995, el
Municipio del Callao decidió bautizar como Óscar Avilés a la calle Zepita, en
cuyo número 653 creció y vivió.
EL FINAL
A los 87 años de edad, el maestro Avilés empezó a
sufrir los primeros golpes en su salud. En marzo del 2011 perdió el equilibrio
al bajar de unas escaleras y debió someterse a una operación en el brazo. Luego
vendrían una seguidilla de problemas que vendrían siendo reportados en los
medios: fue internado de emergencia en la Clínica Ricardo Palma debido a que se
le bajó la presión, fue trasladado al hospital Edgardo Rebagliati donde los
médicos descubrieron que presenta problemas renales y un cuadro de
deshidratación y, en el 2014, regresó al nosocomio esta vez por un mal cardíaco
que fue fulminante.
“Me falta todavía mucho por hacer”, solía decir el
incansable Avilés en sus entrevistas. Y, nosotros estamos convencidos de que,
con su legado, esta historia no se acaba.